miércoles, 29 de agosto de 2012

Gramática de la soledad I, II y III


I

Las hojas firman sus metáforas
en el paso del tiempo.
En la noche se escriben
continuos alegatos contra el día.

El orden de las cosas-
                                               su gramática,
las reglas que someten al vacío
a los márgenes rotos
de nuestra realidad- son materiales
efímeros: los pasos
de un ciudadano anónimo marcando
en la acera su ritmo
¿qué dirección esconden?.




  
II

Todo se desdibuja en los contornos
del minutero.
Exacto
como una invocación en los andenes
sólo se apunta el tiempo en que no llegas.

Pierdo tu imagen como en un desfile
se pierde una comparsa.





 III

No te llamo.

Puede que no me esperes.

¿Debería
sutilmente asomarme
disimulando al verme que te espero?

Me pierdo en tus señales.
¿Te guardas tú también de la intemperie?

Mostrarse es un desahucio,
la habitación desnuda privada de sus muebles.

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